Entre un jamón ibérico de bellota y un jamón ibérico de cebo, existen demasiadas diferencias, y en muchas ocasiones no se saben diferenciar. En el caso de Iberllota, puedes preguntar a nuestros dependientes para que te asesoren y te explique. Sin embargo, ¡apunta porque te vamos a dar algunas pistas!
La principal diferencia es básicamente la alimentación que recibe el cerdo ibérico durante su crianza. El jamón ibérico de bellota han sido exclusivamente alimentados con bellotas y hierbas naturales, mientras que uno de cebo se ha alimentado con pienso, o cereales. Además, el cerdo del jamón ibérico de bellota ha vivido en la dehesa alimentándose de forma natural.
Todo esto está muy bien, pero… ¿cómo los diferencio a la hora de comprar?
A primera vista ya hay algunos rasgos que pueden decirnos si se trata de un jamón ibérico de cebo o de bellota. Por ejemplo, las patas de bellota suelen ser algo más alargadas. Además, la pezuña también nos da pistas: en una pata de bellota, la pezuña suele estar más desgastada, debido a sus caminatas por la dehesa.
Pero el color y la grasa del jamón también nos da información sobre lo que estamos adquiriendo: la textura de la grasa del jamón de bellota es mucho más suave, y simplemente cuando la tocamos con un dedo se hunde. Y si el jamón que estamos examinando tiene color dorado más intenso, también puede ser una señal de que éste ha sido alimentado con bellotas durante su vida.
Y, por último, no podemos olvidarnos del precio. El jamón de bellota 100% ibérico suele ser más caro que el jamón de cebo.
En todo caso, y más si se trata de iberllota, tanto el jamón ibérico de bellota como el de cebo son dos opciones fantásticas, dependiendo de las necesidades que tengamos en cada caso. Ambos proceden de cerdos ibéricos, por lo que estaremos asegurándonos un jamón de alta calidad y excepcional sabor.